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Truquitos

Hay algo irresistible en un negocio que se atreve a ser cercano, sincero y empático con sus clientes.

Solo los negocios que se atreven descubren cuál es su sitio en su sector. Solo ellos aprenden a hablar el idioma de quienes están dispuestos (y deseosos) de pagar por lo que ofrecen.

Y tú, ¿te atreves?

Tener un negocio no es fácil (qué te voy a contar que no sepas, ¿verdad?).

Es mucho más que tener una idea y muchas ganas. Es armarse de valor (y paciencia) para llevarla a cabo, son largas horas de trabajo, papeleo, emails, de vértigo y cafeína.

Y todo ello para que no te compren tantas personas como habías pronosticado. Peor aún. Para que esas personas ni siquiera sepan que existes, cómo llegar a ti, que no sepan que tienes la solución que buscan.

Voy a tomarme la libertad de quitarte un peso de encima.

Porque aquí tienes la oportunidad de dar el primer paso hacia la herramienta más poderosa para conseguir que tu negocio hable el mismo idioma que sus clientes ideales: la escritura persuasiva.

Hablar el mismo idioma que tus clientes es inspirador, evocador y poderoso. Y ayuda (y mucho) a vender.

Así que:

… puedes soltar todo el aire que estás conteniendo, porque estás muy cerca de lograr por fin esa diferenciación que buscas en tu sector, vas a adquirir tu propia voz y a ponérselo mucho más fácil a quienes están buscando la solución que les ofreces.